CIUDAD DE MÉXICO.— Tras prácticamente 20 años de silencio, el ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, habló frente a una cámara para dar su versión de lo que ha vivido, desde que fue detenido y procesado por narcotráfico.
En un video promocional de Imagen Noticias, el político quintanarroense habla desde la cárcel, y pide al presidente Enrique Peña Nieto clemencia: “Que, por favor, vea se aplique la ley (…) mi deteriorada salud me obliga a que yo me vaya a mi casa”.
Ese es su primer deseo, según el video, tras la invitación del periodista Ciro Gómez Leyva a hablar claro frente a la cámara.
El promocional fue lanzado este viernes, en la cuenta de Twitter del periodista, como preventivo para una entrevista completa que se presenta este lunes 29 de enero, a las 22:30 horas, por Imagen Televisión.
Las imágenes muestran a un Mario Villanueva moderado, quien habla de que “todos en el Gobierno” saben “cómo se construyó su situación”, y da algunos nombres, entre los que destaca el yucateco Emilio Gamboa Patrón y Manlio Fabio Beltrones, alguna vez presidenciables.
Sobre la aseveración del periodista de que “nadie ha querido defenderlo”, el priista revela que sí hubo alguien: el panista Diego Fernández de Cevallos.
“La realidad es que todos los del PRI corrieron”, dice en la frase final del promocional.
Mario Villanueva Madrid gobernó Quintana Roo de 1993 a 1999, y tras entregarle el cargo a Joaquín Hendricks Díaz desapareció; antes de ser capturado en Cancún, trascendió que uno de los escondites fue en Yucatán, en un lugar apartado y custodiado por la policía local.
En ese entonces, Yucatán estaba gobernador por Víctor Cervera Pacheco, en su segundo periodo (el constitucional; el primero fue como interino).
El ex gobernador fue procesado por varios delitos relacionados con el narcotráfico y sentenciando a más de 20 años de cárcel en México; se le relacionó con el capo Amado Carrillo Fuentes, alias “el Señor de los Cielos”.
Pasó algunos años internado en el penal de máxima seguridad del Altiplano, antes de ser extraditado a Estados Unidos, en donde se declaró culpable de lavar dinero de las drogas, en 2012.
Regresó a México en enero de 2017 y fue internado en una cárcel de máxima seguridad de Morelos.