Konaté Hernández
CANCÚN.— Promueven vida y obra de San Vicente de Paul, con el objetivo de darlo a conocer bajo estrictas reglas del sector salud, marcadas por el semáforo epidemiológico, indicó el integrante del apostolado en la parroquia de Cristo Rey en Cancún, Isauro Marco Antonio Santillán Zamudio.
Durante la misa dominical matutina el párroco José Antonio Blanco Ortega, L. C., ofició la santa misa en la céntrica iglesia de Cristo Rey.
Isauro Marco Antonio Santillán Zamudio destacó que San Vicente de Paul prefirió proseguir con sus estudios y apuntar más alto como aspirar a ser obispo, de ahí que renunciará a ser candidato para dedicarse a una parroquia, debido a que tenía aspiraciones más elevadas.
Es por eso que, para subsistir, tuvo que enseñar humanidades en el colegio de Buñet, para poder continuar con sus estudios de Teología. Para 1598 recibió el subdiaconado, mientras que el diaconado un 23 de septiembre de 1600 en Chateau-l’Eveque. Fue ordenado sacerdote por el anciano obispo de Périgueux. Recordó aquella frase que popularizó el santo más tarde “Si yo hubiera sabido, como lo he sabido después, lo que era el sacerdocio cuando cometí la temeridad de aceptarlo, habría preferido dedicarme a trabajar la tierra antes de ingresar en un estado tan temible.
Vida de San Vicente de Paul
San Vicente de Paul nació en Aquitania el año 1581. Fue enviado a los 14 años al colegio de los franciscanos de Dax, ubicada a 5 kilómetros de Pouy. Dax es una ciudad próspera, de amplias calles y bellas mansiones. Vicente toma gusto a sus estudios, desea abandonar la vida rural; se siente con vergüenza sus orígenes y de su mismo padre. “Siendo un muchacho, cuando mi padre me llevaba a la ciudad, me daba vergüenza ir con él y reconocerle como padre, porque iba mal trajeado y era un poco cojo”. “Recordó que, en una ocasión, en el colegio donde estudiaba me avisaron que había venido a verme mi padre, que era un pobre campesino. Yo me negué a salir a verle”.
Después de cuatro años de estudios en Dax, marcha a la gran ciudad de Toulose. Su padre acaba de morir en 1598, mientras Vicente tenía 17 años, ha recibido ya la tonsura y las órdenes menores. Su padre le deja parte de la herencia para pagar sus estudios, pero él rechaza esta ayuda; prefiere valérselas por sí mismo, sostuvo Isauro Marco Antonio Santillán Zamudio.